Eclesiástico, 11
30. El corazón del soberbio es como una carnada, igual que un espía, espera que des un mal paso.
30. El corazón del soberbio es como una carnada, igual que un espía, espera que des un mal paso.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina