pronađen 12 Rezultati za: privado

  • Que el Dios todopoderoso haga que aquel hombre sea benévolo con vosotros y os deje traer libre al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de verme privado de mis hijos, que así sea". (Génesis 43, 14)

  • Lárgate a tu casa. Yo te había prometido grandes honores, pero el Señor te ha privado de ellos". (Números 24, 11)

  • "¿Por qué, oh Señor, Dios de Israel, ha pasado esto, que Israel haya sido privado de una de sus tribus?". (Jueces 21, 3)

  • Por esto yo, privado de la dignidad de mis antepasados, es decir, del sumo sacerdocio, me presento ahora aquí, (II Macabeos 14, 7)

  • Yo decía: A la mitad de mis días tengo que ir a las puertas del abismo; seré privado del resto de mis años. (Isaías 38, 10)

  • Vuestras injusticias han trastornado este orden, vuestros pecados os han privado de estos bienes. (Jeremías 5, 25)

  • Yo los he aventado con el bieldo por las ciudades del país; he privado de hijos a mi pueblo, lo he aniquilado, porque no desiste de seguir sus caminos. (Jeremías 15, 7)

  • Esto dice el Señor Dios: Porque se ha dicho de ti: Eres una tierra devoradora de hombres, has privado de hijos a tu pueblo, (Ezequiel 36, 13)

  • El príncipe no podrá apoderarse de nada de los bienes del pueblo, despojándolo de su propiedad; sólo su propia hacienda pasará en herencia a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea privado de la propiedad que le corresponde. (Ezequiel 46, 18)

  • Pero yo no he hecho uso de ninguno de estos derechos. Y no escribo esto para reivindicar estos derechos. Prefiero morir antes que verme privado de este glorioso título. (I Corintios 9, 15)

  • Fui, impulsado por una revelación divina; y, en privado, expuse a los dirigentes el evangelio que predico a los paganos, para saber si estaba o no trabajando inútilmente. (Gálatas 2, 2)

  • vigilad para que nadie sea privado de la gracia de Dios, para que ninguna raíz amarga vuelva a brotar y os perturbe, lo cual contaminaría la masa; (Hebreos 12, 15)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina