pronađen 1081 Rezultati za: padre eterno

  • Bien sabéis que hemos sido para cada uno de vosotros como un padre para sus hijos; (I Tesalonicenses 2, 11)

  • Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo me encaminen felizmente hacia vosotros. (I Tesalonicenses 3, 11)

  • Que él fortalezca vuestros corazones en una santidad sin tacha ante Dios, nuestro Padre, para cuando venga Jesús, nuestro Señor, con todos los suyos. (I Tesalonicenses 3, 13)

  • Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios, nuestro Padre, y en Jesucristo, el Señor. (II Tesalonicenses 1, 1)

  • Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor. (II Tesalonicenses 1, 2)

  • Y que el mismo Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y por su gracia nos ha dado un consuelo eterno y una hermosa esperanza, (II Tesalonicenses 2, 16)

  • a Timoteo, verdadero hijo en la fe. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Señor. (I Timoteo 1, 2)

  • No reprendas con dureza al anciano, sino más bien exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos; (I Timoteo 5, 1)

  • el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor y poder eterno. Amén. (I Timoteo 6, 16)

  • a Timoteo, mi hijo querido: Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (II Timoteo 1, 2)

  • a Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. (Tito 1, 4)

  • os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor. (Filemon 1, 3)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina