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  • Éstos son los mandamientos y leyes que el Señor dio a los israelitas por medio de Moisés en los Llanos de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó. (Números 36, 13)

  • Al otro lado del Jordán, en tierras de Moab, empezó Moisés a promulgar esta ley: (Deuteronomio 1, 5)

  • Pasamos, pues, al lado de nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que viven en Seír, camino de la Arabá, de Elat y de Asiongaber. Luego, dando la vuelta, tomamos el camino del desierto de Moab. (Deuteronomio 2, 8)

  • El Señor me dijo: No ataques a Moab ni los provoques al combate, pues nada te daré de su tierra. Ha sido a los hijos de Lot a quienes yo he dado Ar en posesión. ( (Deuteronomio 2, 9)

  • Estás a punto de cruzar Ar, la tierra de Moab, (Deuteronomio 2, 18)

  • Éstos son los términos de la alianza que el Señor mandó hacer a Moisés con los israelitas en Moab, aparte de la alianza que hizo con ellos en el Horeb. (Deuteronomio 28, 69)

  • "Sube al monte Nebo, sobre la cima de la cadena de montañas de Abarín, en tierra de Moab, enfrente de Jericó, y contempla la tierra de Canaán, que voy a dar en propiedad a los israelitas. (Deuteronomio 32, 49)

  • Moisés subió de los llanos de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisga, enfrente de Jericó. Y el Señor le mostró toda la tierra: desde Galaad hasta Dan, (Deuteronomio 34, 1)

  • Moisés, siervo de Dios, murió allí, en la tierra de Moab, como lo había dispuesto el Señor. (Deuteronomio 34, 5)

  • El Señor lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet Fegor, y nadie hasta hoy conoce su tumba. (Deuteronomio 34, 6)

  • Los israelitas lloraron a Moisés treinta días en los llanos de Moab, cumpliéndose así los días del llanto por el luto de Moisés. (Deuteronomio 34, 8)

  • Los israelitas acamparon en Guilgal, y celebraron la pascua el día catorce del mes por la tarde, en la llanura de Jericó. (Josué 5, 10)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina