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  • Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas. (I Corintios 12, 28)

  • ¿Tienen todos el don de curar? ¿Hablan todos lenguas? ¿O todos las interpretan? (I Corintios 12, 30)

  • Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que toca o unos platillos que resuenan. (I Corintios 13, 1)

  • El amor nunca falla. Desaparecerán las profecías, las lenguas cesarán y tendrá fin la ciencia. (I Corintios 13, 8)

  • Porque el que habla en lenguas extrañas, no habla a los hombres, sino a Dios; de hecho, ninguno le entiende, pues movido por el Espíritu dice cosas misteriosas. (I Corintios 14, 2)

  • El que habla en lenguas extrañas se aprovecha a sí mismo; el que profetiza, lo hace en beneficio de la Iglesia. (I Corintios 14, 4)

  • Me gustaría que todos hablaseis en esas lenguas, pero prefiero que profeticéis; pues para la formación de la Iglesia es mejor profetizar que hablar en lenguas, a no ser que haya quien los interprete. (I Corintios 14, 5)

  • Hermanos, si yo fuera a veros y os hablara en lenguas extrañas, ¿qué os aprovecharía? Absolutamente nada. Lo provechoso sería que os comunicase alguna revelación, conocimiento, profecía o enseñanza. (I Corintios 14, 6)

  • Por tanto, el que hable en lenguas, pida a Dios el don de interpretarlas. (I Corintios 14, 13)

  • Porque si rezo en lenguas, mi espíritu reza, pero mi entendimiento no saca fruto. (I Corintios 14, 14)

  • Doy gracias a Dios de hablar en lenguas más que vosotros; (I Corintios 14, 18)

  • pero prefiero hablar en la iglesia cinco palabras con sentido, para instruir a los demás, que diez mil palabras en lenguas. (I Corintios 14, 19)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina