pronađen 21 Rezultati za: entrega
Jefté contestó: "Si me hacéis volver con vosotros para luchar contra los amonitas y el Señor los entrega en mi mano, entonces seré vuestro jefe". (Jueces 11, 9)
Y le preguntó: "¿Qué quieres?". Ella respondió: "Esta mujer me había dicho: Entrega a tu hijo y nos lo comeremos hoy; el mío nos lo comeremos mañana. (II Reyes 6, 28)
Luchó contra el rey de los amonitas y lo venció. Los amonitas le entregaron aquel años tres mil cuatrocientos kilos de plata, cuatro mil quinientas toneladas de trigo y otras tantas de cebada. La misma entrega se repitió un segundo y tercer año. (II Crónicas 27, 5)
El hombre de manos inocentes y limpio corazón, que no entrega su alma a la mentira y nunca jura en falso. (Salmos 24, 4)
Juan y Absalón, embajadores vuestros, nos han hecho entrega de vuestras peticiones por escrito y nos han suplicado que ejecutemos lo contenido en ellas. (II Macabeos 11, 17)
Toda visión se ha vuelto para vosotros como las palabras de un libro sellado. Si se le entrega a uno que sepa leer, diciéndole: Lee esto, responde: No puedo, porque este libro está sellado. (Isaías 29, 11)
En cambio, el noble sólo nobleza guarda, y a nobles empresas se entrega. (Isaías 32, 8)
¿Quién ha suscitado del Oriente a aquel que apela a la justicia a cada paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete los reyes? Su espada los reduce a polvo, su arco los dispersa como paja. (Isaías 41, 2)
El extranjero que se entrega al Señor no diga: ¡Sin duda el Señor me excluirá de su pueblo! Ni diga el eunuco: "Yo no soy más que un árbol seco". (Isaías 56, 3)
¿Por qué nos estamos sentados? Reuníos, entremos en nuestras ciudades fortificadas para morir allí, porque el Señor nuestro Dios nos entrega a la muerte, nos da a beber agua envenenada por haber pecado contra él. (Jeremías 8, 14)
¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra! (Jeremías 18, 21)
Llega el estruendo hasta el extremo de la tierra, porque el Señor entabla un proceso contra las naciones, entra en juicio contra todos los mortales; a los criminales los entrega a la espada -dice el Señor-. (Jeremías 25, 31)