pronađen 78 Rezultati za: dejado
Al tiempo que el sumo sacerdote ofrecía el sacrificio por el pecado, se presentaron de nuevo ante Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos con las mismas vestiduras; se pusieron ante él y le dijeron: "Da muchas gracias a Onías, sumo sacerdote, pues por él el Señor te ha dejado con vida. (II Macabeos 3, 33)
Y el que a muchos había dejado en su tierra sin sepultura, no tuvo quien lo llorase, ni pudo ser enterrado en el sepulcro de sus padres. (II Macabeos 5, 10)
Cuando el Macabeo se enteró, reunió a los jefes del pueblo y los recriminó por haber dejado escapar libres a los enemigos de sus hermanos, traicionando a éstos por dinero. (II Macabeos 10, 21)
Tuvo noticia de que Filipo, a quien había dejado al frente del reino en su ausencia, se había sublevado, y quedó consternado. Pidió la paz a los judíos y juró acceder a sus justas peticiones. Se reconcilió con ellos, ofreció sacrificios, llenó de honores el templo y lo trató con benevolencia. (II Macabeos 13, 23)
Judas había dejado en sitios estratégicos hombres armados, dispuestos a intervenir, por temor de alguna perfidia imprevista por parte de los enemigos; pero tuvieron una buena entrevista. (II Macabeos 14, 22)
Si el Señor todopoderoso no nos hubiera dejado un residuo, seríamos como Sodoma, iguales a Gomorra. (Isaías 1, 9)
No hubo nadie que invocara tu nombre, que despertara para apoyarse en ti, pues tú habías escondido tu rostro de nosotros y nos habías dejado a merced de nuestras iniquidades. (Isaías 64, 6)
Me he dejado consultar por los que no me preguntaban, me he dejado encontrar por los que no me buscaban. Decía: Aquí estoy, aquí estoy, a una nación que no invocaba mi nombre. (Isaías 65, 1)
He dejado mi casa, he abandonado mi heredad, he entregado lo que más quería en manos de sus enemigos. (Jeremías 12, 7)
Tú me has seducido, Señor, y yo me he dejado seducir; has sido más fuerte que yo, me has podido. Me he convertido en irrisión continua, todos se burlan de mí. (Jeremías 20, 7)
¡Señor omnipotente que juzgas con justicia, que ves los sentimientos y los pensamientos, haz que yo vea tu venganza sobre ellos, pues en tus manos he dejado mi causa! (Jeremías 20, 12)
Pero bien pronto cambiaron de parecer y volvieron a tomar a los esclavos y esclavas que habían dejado en libertad, y los sometieron de nuevo a esclavitud. (Jeremías 34, 11)