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  • Como el que ara y el que siembra acércate a ella y espera sus buenos frutos, pues en su cultivo trabajarás poco y presto saborearás sus frutos. (Eclesiástico 6, 19)

  • Desde el principio creó Dios los bienes para los buenos y los males para los pecadores. (Eclesiástico 39, 25)

  • Todas estas cosas son buenas para los buenos, pero se tornan malas para los pecadores. (Eclesiástico 39, 27)

  • Uno de los cestos contenía higos muy buenos, como lo son los tempranos; el otro tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer. (Jeremías 24, 2)

  • Y me dijo: "¿Qué ves, Jeremías?". Respondí: "Higos: los buenos son excelentes; los malos son tan malos que no se pueden comer". (Jeremías 24, 3)

  • Como se mira con agrado a estos higos buenos, así miraré yo favorablemente a los desterrados de Judá, a quienes arrojo de este lugar al país de los caldeos. (Jeremías 24, 6)

  • Mira, todas las mujeres que han quedado en el palacio del rey de Judá serán llevadas a los generales del rey de Babilonia, y serán ellas las que exclamarán: ¡Te han engañado, han podido contigo tus buenos amigos! ¡Tus pies han hundido en el fango y ellos te han dado la espalda! (Jeremías 38, 22)

  • Y llegué a darles preceptos que no eran buenos y leyes por las cuales no podrían vivir; (Ezequiel 20, 25)

  • Pon luego trozos de carne, trozos buenos, pierna y costilla; llénala de los huesos mejores. (Ezequiel 24, 4)

  • ¿No os basta pacer en buenos pastos para que pisoteéis el resto del pasto? ¿No os basta beber el agua limpia para que enturbiéis el resto con los pies? (Ezequiel 34, 18)

  • para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos. (Mateo 5, 45)

  • Así también, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos". (Mateo 7, 17)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina