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  • Por lo demás, hermanos, considerad lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de buena fama, de virtuoso, de laudable; (Filipenses 4, 8)

  • Saludad a todos los que creen en Cristo Jesús. Os saludan los hermanos que están conmigo. (Filipenses 4, 21)

  • a los creyentes y fieles hermanos en Cristo residentes en Colosas. Os deseamos la gracia y la paz de Dios nuestro Padre. (Colosenses 1, 2)

  • Saludad a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa. (Colosenses 4, 15)

  • Sabemos muy bien, hermanos queridos de Dios, que habéis sido elegidos. (I Tesalonicenses 1, 4)

  • Bien sabéis vosotros, hermanos, que nuestra estancia entre vosotros no ha sido infructuosa. (I Tesalonicenses 2, 1)

  • Hermanos, recordad nuestros trabajos y fatigas; cómo trabajábamos día y noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros mientras os anunciábamos el evangelio de Dios. (I Tesalonicenses 2, 9)

  • Hermanos, os habéis hecho imitadores de las iglesias de Dios que hay en Judea y que son de Cristo Jesús, pues habéis padecido de parte de vuestros conciudadanos lo mismo que ellos de parte de los judíos, (I Tesalonicenses 2, 14)

  • Nosotros, hermanos, en este breve espacio de tiempo que hemos estado separados de vosotros, aunque espiritualmente no lo hemos estado, hemos sentido un deseo todavía más vivo de volver a veros. (I Tesalonicenses 2, 17)

  • En fin, hermanos, os pedimos y os exhortamos en el nombre de Jesús, el Señor, a que os portéis de la manera que os enseñamos para agradar a Dios; ya lo hacíais, pero hacedlo todavía mejor. (I Tesalonicenses 4, 1)

  • Y, en efecto, así lo hacéis con todos los hermanos de toda Macedonia. Sin embargo, queremos exhortaros, hermanos, a que progreséis todavía más (I Tesalonicenses 4, 10)

  • Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza. (I Tesalonicenses 4, 13)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina