pronađen 1922 Rezultati za: Campamento de Israel

  • Yo estaré delante de ti, allí, en la roca de Horeb. Tú golpearás la roca, que manará agua, y el pueblo beberá". Así lo hizo Moisés en presencia de los ancianos de Israel. (Exodo 17, 6)

  • Cuando Moisés tenía sus brazos alzados vencía Israel, y cuando los bajaba vencía Amalec. (Exodo 17, 11)

  • Jetró, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó todo lo que había hecho Dios en favor de Moisés e Israel, su pueblo: cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto. (Exodo 18, 1)

  • Moisés contó a su suegro todo lo que había hecho el Señor al Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todos los contratiempos que habían tenido a lo largo del camino y cómo les había librado de ellos. (Exodo 18, 8)

  • Jetró se alegró de todo el bien que el Señor había hecho a Israel, salvándole de la mano de los egipcios, (Exodo 18, 9)

  • Ahora reconozco que el Señor es más fuerte que todos los dioses, porque ha castigado a los egipcios, que tiranizaban a Israel". (Exodo 18, 11)

  • Luego Jetró, suegro de Moisés, ofreció holocaustos y sacrificios al Señor. Y Aarón y todos los ancianos de Israel comieron con el suegro de Moisés en presencia del Señor. (Exodo 18, 12)

  • Moisés escogió de entre todo Israel hombres de valía y los puso al frente del pueblo como jefes de millar, de centena, de cincuentena y de decena. (Exodo 18, 25)

  • Partieron de Rafidín y llegaron al desierto de Sinaí, donde acamparon. Israel acampó frente a la montaña. (Exodo 19, 2)

  • Al tercer día, a eso del amanecer, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube sobre la montaña y un sonido muy fuerte de trompeta; todo el pueblo, que estaba en el campamento, temblaba. (Exodo 19, 16)

  • Moisés hizo salir al pueblo del campamento al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie de la montaña. (Exodo 19, 17)

  • El Señor dijo a Moisés: "Sube hasta el Señor, tú, Aarón, Nadab, Abihú y setenta ancianos de Israel; os postraréis a distancia. (Exodo 24, 1)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina