pronađen 57 Rezultati za: Abimelec

  • ¡Quién pusiera este pueblo en mis manos! Quitaría de en medio a Abimelec y le diría: Refuerza tu ejército y sal a la batalla". (Jueces 9, 29)

  • y envió mensajeros a Abimelec para decirle: "Gaal, hijo de Obed, con sus hermanos, ha llegado a Siquén y están agitando a la ciudad contra ti. (Jueces 9, 31)

  • Abimelec salió de noche con toda su gente, y se pusieron en emboscada frente a Siquén en cuatro bandos. (Jueces 9, 34)

  • Gaal, hijo de Obed, salió y se detuvo a la puerta de la ciudad. Abimelec y su gente salieron de la emboscada. (Jueces 9, 35)

  • Zebul le dijo: "¿Dónde está ahora tu boca, que decía: Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es ésta la gente a la que tú despreciabas? Sal ahora y preséntales batalla". (Jueces 9, 38)

  • Salió Gaal a la cabeza de los nobles de Siquén y entabló batalla con Abimelec. (Jueces 9, 39)

  • Pero Abimelec lo derrotó y lo puso en fuga, y muchos cayeron muertos antes de alcanzar la puerta de la ciudad. (Jueces 9, 40)

  • Abimelec se quedó en Arumá, y Zebul echó de Siquén a Gaal y a sus hermanos. (Jueces 9, 41)

  • Al día siguiente los de Siquén se echaron al campo. Cuando Abimelec lo supo, (Jueces 9, 42)

  • Abimelec y su gente se desplegaron y tomaron posiciones en la puerta de la ciudad. Los otros dos cuerpos se desplegaron contra los que estaban en el campo y los mataron. (Jueces 9, 44)

  • Abimelec luchó todo aquel día contra la ciudad, se apoderó de ella y mató a todos sus habitantes y la destruyó y sembró de sal. (Jueces 9, 45)

  • Cuando Abimelec lo supo, (Jueces 9, 47)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina