pronađen 1057 Rezultati za: padre ciego

  • como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas naciones: padre nuestro delante de Aquel a quien creyó, de Dios que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no son para que sean. (Romanos 4, 17)

  • El cual, esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones según le había sido dicho: Así será tu posteridad. (Romanos 4, 18)

  • Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. (Romanos 6, 4)

  • Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! (Romanos 8, 15)

  • Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, nuestro padre Isaac; (Romanos 9, 10)

  • para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 15, 6)

  • gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. (I Corintios 1, 3)

  • Sólo se oye hablar de inmoralidad entre vosotros, y una inmoralidad tal, que no se da ni entre los gentiles, hasta el punto de que uno de vosotros vive con la mujer de su padre. (I Corintios 5, 1)

  • para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros. (I Corintios 8, 6)

  • Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, depués de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad. (I Corintios 15, 24)

  • a vosotros gracia y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. (II Corintios 1, 2)

  • ¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de los misericordias y Dios de toda consolación, (II Corintios 1, 3)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina