pronađen 35 Rezultati za: libación

  • El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo ofrecerás con la misma oblación y libación que el de la mañana, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Números 28, 8)

  • «El día de sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su correspondiente libación. (Números 28, 9)

  • El holocausto del sábado, con su libación, se añadirá los sábados al holocausto perpetuo. (Números 28, 10)

  • Ofrecerás también a Yahveh, como sacrificio por el pecado, un macho cabrío con su libación, además del holocausto perpetuo. (Números 28, 15)

  • Así haréis los siete días. Es un alimento, un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: se ofrece además del holocausto perpetuo y de su libación. (Números 28, 24)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 16)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 22)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 25)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 28)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 31)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocauso perpetuo y de su oblación y su libación. (Números 29, 34)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 38)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina