pronađen 1712 Rezultati za: había

  • En la finca que Abraham había comprado a los hijos de Het, allí fue sepultado Abraham con su mujer Sara. (Génesis 25, 10)

  • Cumpliéronsele los días de dar a luz, y resultó que había dos mellizos en su vientre. (Génesis 25, 24)

  • Una vez, Jacob había preparado un guiso cuando llegó Esaú del campo, agotado. (Génesis 25, 29)

  • Isaac volvió a cavar los pozos de agua que habían cavado los siervos de su padre Abraham, y que los filisteos habián cegado después de la muerte de Abraham, y les puso los mismos nombres que les había puesto su padre. (Génesis 26, 18)

  • y puso el guiso y el pan que había hecho en las manos de su hijo Jacob. (Génesis 27, 17)

  • Esaú se enemistó con Jacob a causa de la bendición con que le había bendecido su padre; y se dijo Esaú: «Se acercan ya los días del luto por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob.» (Génesis 27, 41)

  • Vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob, y le enviaba a Paddán Aram a tomarse mujer allí, y que al bendecirle le había dado esta orden: «No tomes mujer de las hijas de Canaán», (Génesis 28, 6)

  • y Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, había marchado a Paddán Aram. (Génesis 28, 7)

  • Llegando a cierto lugar, se dispuso a hacer noche allí, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso por cabezal, y acostóse en aquel lugar. (Génesis 28, 11)

  • Levantóse Jacob de madrugada, y tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y derramó aceite sobre ella. (Génesis 28, 18)

  • Cuando he aquí que divisa un pozo en el campo, y allí mismo tres rebaños de ovejas sesteando junto a él, pues de aquel pozo se abrevaban los rebaños. Sobre la boca del pozo había una gran piedra. (Génesis 29, 2)

  • Viendo Lía que había dejado de dar a luz, tomó a su esclava Zilpá, y se la dio a Jacob por mujer. (Génesis 30, 9)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina