pronađen 299 Rezultati za: dioses extranjeros

  • irritándome con las hechuras de vuestras manos, quemando incienso a otros dioses en Egipto, adonde habéis venido como refugiados, como queriendo acabar de borraros a vosotros mismos y acabar en tema de maldición y oprobio en todas las naciones de la tierra? (Jeremías 44, 8)

  • Respondieron a Jeremías todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, y todas las mujeres presentes - una gran concurrencia - y todo el pueblo establecido en territorio egipcio, en Patrós: (Jeremías 44, 15)

  • Dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que yo visito a Amón de No, a Faraón y a Egipto y a sus dioses y reyes, a Faraón y a los que confían en él, (Jeremías 46, 25)

  • Quitaré a Moab - oráculo de Yahveh - de subirse al alto e incensar a sus dioses. (Jeremías 48, 35)

  • - «Quedamos abochornados al oír tal afrenta; cubrió la vergüenza nuestros rostros. ¡Habían penetrado extranjeros hasta los santuarios de la Casa de Yahveh!» (Jeremías 51, 51)

  • Nuestra heredad ha pasado a extranjeros, nuestras casas a extraños. (Lamentaciones 5, 2)

  • sino que hemos sido, cada uno de nosotros según el capricho de su perverso corazón, a servir a dioses extraños, a hacer lo malo a los ojos del Señor Dios nuestro. (Baruc 1, 22)

  • Ahora vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de ma madera, que son llevados a hombros y que infunden temor a los gentiles. (Baruc 6, 3)

  • Estad alerta, no hagáis vosotros también como los extranjeros de modo que os entre temor de esos dioses, (Baruc 6, 4)

  • Porque la lengua de esos dioses ha sido limada por un artesano, y ellos, por muy dorados y plateados que estén, son falsos y no pueden hablar. (Baruc 6, 7)

  • Como para una joven presumida, así ellos toman oro y preparan coronas para las cabezas de sus dioses. (Baruc 6, 8)

  • Ocurre a veces que los sacerdotes roban a sus dioses oro y plata y lo emplean en sus propios gastos, y llegan a dárselo incluso a las prostitutas de la terraza. (Baruc 6, 9)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina