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  • Sus despabiladeras y sus ceniceros serán de oro puro. (Exodo 25, 38)

  • Se empleará un talento de oro puro para hacer el candelabro con todos estos utensilios. (Exodo 25, 39)

  • Mandarás a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva molida para el alumbrado, para alimentar continuamente la llama. (Exodo 27, 20)

  • y también dos cadenillas de oro puro; las harás trenzadas a manera de cordones, y fijarás las cadenillas trenzadas en los engarces. (Exodo 28, 14)

  • Para el pectoral harás cadenillas de oro puro, trenzadas a manera de cordones; (Exodo 28, 22)

  • Así llevará Aarón sobre su corazón los nombres de los hijos de Israel, en el pectoral del juicio, siempre que entre en el Santuario, para recuerdo perpetuo delante de Yahveh. (Exodo 28, 29)

  • En el pectoral del juicio pondrás el Urim y el Tummim, que estarán sobre el corazón de Aarón cuando se presente ante Yahveh. Así llevará Aarón constantemente sobre su corazón, delante de Yahveh, el oráculo de los hijos de Israel. (Exodo 28, 30)

  • Harás, además, una lámina de oro puro y en ella grabarás como se graban los sellos: «"Consagrado a Yahveh.» (Exodo 28, 36)

  • Lo revestirás de oro puro, tanto su parte superior como sus costados, así como sus cuernos. Pondrás en su derredor una moldura de oro, (Exodo 30, 3)

  • Dijo Yahveh a Moisés: Procúrate en cantidades iguales aromas: estacte, uña marina y gálbano, especias aromáticas e incienso puro. (Exodo 30, 34)

  • Prepara con ello, según el arte del perfumista, un incienso perfumado, sazonado con sal, puro y santo; (Exodo 30, 35)

  • Mira que yo le he dado por colaborador a Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan; y además, en el corazón de todos los hombres hábiles he infundido habilidad para que hagan todo lo que te he mandado: (Exodo 31, 6)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina