pronađen 3452 Rezultati za: Asa

  • Faraón se había enojado contra sus siervos y me había puesto bajo custodia en casa del jefe de los guardias a mí y al jefe de panaderos. (Génesis 41, 10)

  • Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti.» (Génesis 41, 40)

  • Llamó José al primogénito Manasés, porque - decia - «Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y la casa de mi padre,» (Génesis 41, 51)

  • Si sois gente de bien, uno de vuestros hermanos se quedará detenido en la prisión mientras los demás hermanos vais a llevar el grano que tanta falta hace en vuestras casas. (Génesis 42, 19)

  • Entonces nos dijo el hombre que es señor del país: "De este modo conoceré si sois gente de bien; dejad conmigo a uno de vosotros, tomad lo que hace falta en vuestras casas y marchaos (Génesis 42, 33)

  • José vio con ellos a Benjamin, y dijo a su mayordomo: «Lleva a esos hombres a casa, mata algún animal y lo preparas, porque esos hombres van a comer conmigo a mediodía.» (Génesis 43, 16)

  • El hombre hizo como le había dicho José, y llevó a los hombres a casa de José. (Génesis 43, 17)

  • Ellos se asustaron porque se les llevaba a casa de José, y dijeron: «Es por lo de la plata devuelta en nuestros sacos la otra vez, por lo que se nos trae acá, para ponernos alguna trampa, caer sobre nosotros y redurcirnos a esclavitud, junto con nuestros asnos.» (Génesis 43, 18)

  • Y acercándose al mayordomo de José le dijeron a la puerta de la casa: (Génesis 43, 19)

  • Luego los introdujo en casa de José, les dio agua y se lavaron los pies, y les dio pienso para sus asnos. (Génesis 43, 24)

  • Al entrar José en casa, le presentaron el regalo que llevaban consigo y se inclinaron hasta el suelo. (Génesis 43, 26)

  • De modo que te hemos devuelto desde Canaán la plata que encontramos en la boca de nuestras talegas, ¿e íbamos a robar ahora de casa de nuestro señor plata ni oro? (Génesis 44, 8)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina