pronađen 144 Rezultati za: lista de nombres de Leví

  • En la lista de los descendientes de Manasés, por clanes y por familias -una vez anotados uno por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos para la guerra- (Números 1, 34)

  • En la lista de los descendientes de Benjamín, por clanes y por familias -una vez anotados uno por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos para la guerra- (Números 1, 36)

  • En la lista de los descendientes de Dan, por clanes y por familias -una vez anotados uno por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos para la guerra- (Números 1, 38)

  • En la lista de los descendientes de Aser, por clanes y por familias -una vez anotados uno por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos para la guerra- (Números 1, 40)

  • En la lista de los descendientes de Neftalí, por clanes y por familias -una vez anotados uno por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos para la guerra- (Números 1, 42)

  • No inscribas en el registro a la tribu de Leví ni la incluyas en el censo de los israelitas. (Números 1, 49)

  • Los nombres de los hijos de Aarón eran los siguientes: Nadab -el primogénito- y Abihú, Eleazar e Itamar. (Números 3, 2)

  • Estos eran los nombres de los hijos de Aarón, los sacerdotes que recibieron la unción y la investidura para ejercer el sacerdocio. (Números 3, 3)

  • Manda a la tribu de Leví que se acerque, y tú la pondrás a disposición del sacerdote Aarón, para servirlo. (Números 3, 6)

  • Entre todos los israelitas, en lugar de los primogénitos -de aquellos que abren el seno materno- yo elijo a los descendientes de Leví. Los levitas me pertenecen, (Números 3, 12)

  • Los nombres de los hijos de Leví eran Gersón, Quehat y Merarí. (Números 3, 17)

  • Los nombres de los hijos de Gersón, por clanes, eran Ligní y Semei; (Números 3, 18)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina