pronađen 338 Rezultati za: jefes

  • Los jefes que estaban al frente de las tribus de Israel fueron los siguientes: De Rubén: Eliezer, hijo de Zicrí. De Simeón: Sefatías, hijo de Maacá. (I Crónicas 27, 16)

  • De Dan: Azarel, hijo de Ierojám. Estos eran los jefes de las tribus de Israel. (I Crónicas 27, 22)

  • David reunió en Jerusalén a todos los jefes de Israel, a los jefes de las tribus, a los jefes de las divisiones que estaban al servicio del rey, a los jefes de mil y de cien hombres, a los administradores de todos los bienes y del ganado del rey y de sus hijos, a los funcionarios, a los guerreros y a todos los hombres de valor. (I Crónicas 28, 1)

  • Aquí están las clases de los sacerdotes y levitas para todo el servicio de la Casa de Dios. En todo este trabajo contarás con la ayuda de obreros adiestrados para cualquier tipo de tareas. También los jefes y todo el pueblo estarán a tus órdenes". (I Crónicas 28, 21)

  • Entonces los jefes de familia, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de mil y de cien hombres, y los encargados de las obras del rey, entregaron espontáneamente sus ofrendas, (I Crónicas 29, 6)

  • Todos los jefes y guerreros, lo mismo que todos los hijos del rey David, juraron fidelidad al rey Salomón. (I Crónicas 29, 24)

  • Salomón habló a todo Israel, a los jefes de mil y de cien hombres, a los jueces y a todos los príncipes de todo Israel, o sea, a los jefes de familia. (II Crónicas 1, 2)

  • Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los príncipes de las casas paternas de los israelitas, para subir el Arca de la Alianza del Señor desde la Ciudad de David, o sea, desde Sión. (II Crónicas 5, 2)

  • Pero no sometió a esclavitud a ningún israelita, sino que a ellos los empleó como hombres de guerra, jefes de sus escuderos y comandantes de sus carros de guerra y su caballería. (II Crónicas 8, 9)

  • Entonces el profeta Semaías se presentó a Roboám y a los jefes de Judá, que se habían concentrado en Jerusalén ante el avance de Sisac, y les dijo: "Así habla el Señor: Ustedes me han abandonado a mí, y yo, a mi vez, los he abandonado en manos de Sisac". (II Crónicas 12, 5)

  • Los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: "¡El Señor es justo!". (II Crónicas 12, 6)

  • En lugar de ellos, el rey Roboám hizo unos escudos de bronce, y se los confió a los jefes de los guardias que custodiaban el acceso a la casa del rey. (II Crónicas 12, 10)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina