pronađen 287 Rezultati za: falsos dioses

  • Esto sucedió porque los israelitas pecaron contra el Señor, su Dios, que los había hecho subir del país de Egipto, librándolos del poder del Faraón, rey de Egipto, y porque habían venerado a otros dioses. (II Reyes 17, 7)

  • los avitas, un Nibjáz y un Tartac. En cuanto a los sefarvaítas, continuaron quemando a sus hijos en honor de Adramélec y de Anamélec, dioses de Sefarvaim. (II Reyes 17, 31)

  • Así, aunque veneraban al Señor, servían al mismo tiempo a sus propios dioses, según el rito de las naciones de donde habían sido deportados. (II Reyes 17, 33)

  • El Señor, en efecto, había concluido con ellos una alianza y les había ordenado: "Ustedes no temerán a otros dioses ni se postrarán delante de ellos, no los servirán ni les ofrecerán sacrificios. (II Reyes 17, 35)

  • Observarán los preceptos, los ritos, la Ley y los mandamientos que yo escribí para ustedes, practicándolos todos los días, pero no temerán a otros dioses. (II Reyes 17, 37)

  • No olvidarán la alianza que hice con ustedes, y no temerán a otros dioses. (II Reyes 17, 38)

  • ¿Acaso los dioses de las naciones han librado a sus países de la mano del rey de Asiria? (II Reyes 18, 33)

  • ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arpad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim, de Hená y de Ivá? ¿Dónde los dioses del país de Samaría? ¿Han librado de mi mano a Samaría? (II Reyes 18, 34)

  • Entre todos los dioses de esos países, ¿hubo alguno que librara de mi mano a su propio país, para que el Señor libre de mi mano a Jerusalén?". (II Reyes 18, 35)

  • ¿Libraron acaso sus dioses a esas naciones que mis padres han destruido, a Gozán, Jarán, Résef y a la gente de Edén que está en Telasar? (II Reyes 19, 12)

  • Ellos han arrojado sus dioses al fuego, porque no son dioses, sino obra de las manos del hombre, nada más que madera y piedra. Por eso los hicieron desaparecer. (II Reyes 19, 18)

  • Porque me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignación con toda la obra de sus manos, mi furor se ha encendido contra este lugar, y no se extinguirá. (II Reyes 22, 17)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina