pronađen 163 Rezultati za: falsa testimonio

  • Yo doy testimonio de lo mucho que él hace por ustedes y por los de Laodicea y de Hierápolis. (Colosenses 4, 13)

  • cuando él venga aquel Día para ser glorificado en sus santos y admirado por todos los que hayan creído. ¡Y ustedes han creído en nuestro testimonio! (II Tesalonicenses 1, 10)

  • que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Este es el testimonio que él dio a su debido tiempo, (I Timoteo 2, 6)

  • Que sus buenas obras den testimonio de ella; tiene que haber educado a sus hijos, ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los hermanos, socorrido a los necesitados y practicado el bien en todas sus formas. (I Timoteo 5, 10)

  • Yo te ordeno delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y delante de Cristo Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: (I Timoteo 6, 13)

  • No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. (II Timoteo 1, 8)

  • mientras Dios añadía su testimonio con signos y prodigios, con toda clase de milagros y con los dones del Espíritu Santo, distribuidos según su voluntad. (Hebreos 2, 4)

  • Acerca de esto, hay un testimonio que dice: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que te ocupes de él? (Hebreos 2, 6)

  • Moisés fue fiel en toda su casa, en calidad de servidor, para dar testimonio de lo que debía anunciarse, (Hebreos 3, 5)

  • El que viola la Ley de Moisés, es condenado a muerte irremisiblemente por el testimonio de dos o tres testigos. (Hebreos 10, 28)

  • Pero, aunque su fe los hizo merecedores de un testimonio tan valioso, ninguno de ellos entró en posesión de la promesa. (Hebreos 11, 39)

  • Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final! (Santiago 5, 3)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina