pronađen 2064 Rezultati za: eli

  • y los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, mientras las aguas formaban una muralla a derecha e izquierda. (Exodo 14, 22)

  • Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército del Faraón que habían entrado en medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni uno solo se salvó. (Exodo 14, 28)

  • Los israelitas, en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda. (Exodo 14, 29)

  • Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor: "Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los caballos y los carros. (Exodo 15, 1)

  • Guías con tu fidelidad al pueblo que has rescatado y lo conduces con tu poder hacia tu santa morada. (Exodo 15, 13)

  • Cuando la caballería del Faraón, con sus carros y sus guerreros, entró en medio del mar, el Señor hizo que las aguas se volvieran contra ellos; los israelitas, en cambio, cruzaron el mar como si fuera tierra firme. (Exodo 15, 19)

  • Moisés hizo partir a los israelitas del Mar Rojo. Ellos se dirigieron hacia el desierto de Sur, y después de caminar tres días por ese desierto sin encontrar agua, (Exodo 15, 22)

  • Después llegaron a Elím, un lugar donde había doce fuentes y setenta palmeras, y allí establecieron su campamento, a orilla de las aguas. (Exodo 15, 27)

  • Luego partieron de Elím, y el día quince del segundo mes después de su salida de Egipto, toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elím y el Sinaí. (Exodo 16, 1)

  • En el desierto, los israelitas comenzaron a protestar contra Moisés y Aarón. (Exodo 16, 2)

  • Moisés y Aarón dijeron a todos los israelitas: "Esta tarde ustedes sabrán que ha sido el Señor el que los hizo salir de Egipto, (Exodo 16, 6)

  • Moisés dijo a Aarón: "Da esta orden a toda la comunidad de los israelitas: Preséntense ante el Señor, porque él ha escuchado sus protestas". (Exodo 16, 9)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina