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• Tú has cumplido, en favor de mi padre David, la promesa que le habías hecho, y hoy mismo has realizado con tu mano lo que había dicho tu boca. (II Crónicas 6, 15)

• ¡Que el Dios que ha establecido allí su Nombre destruya a cualquier rey o pueblo que intente transgredir esta orden, destruyendo esa Casa de Dios que está en Jerusalén! Yo, Darío, he promulgado este decreto. Que sea cumplido estrictamente". (Esdras 6, 12)

• Al ver que su corazón te era fiel, concluiste con él la alianza, para darle el país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jebuseos y guirgasitas, y para dárselo a su descendencia. Y has cumplido tus palabras, porque eres justo. (Nehemías 9, 8)

• Sí, todos tus juicios son verdaderos, cuando me tratas así por mis pecados, ya que no hemos cumplido tus mandamientos ni hemos caminado en la verdad delante de ti. (Tobías 3, 5)

• Judit le dijo: "Quédate tranquilo, señor, porque antes que consuma mis provisiones, el Señor habrá cumplido por mi intermedio lo que tiene determinado". (Judit 12, 4)

• El rey les preguntó: "Según la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti, por no haber cumplido la orden del rey Asuero que le transmitieron los eunucos?". (Ester 1, 15)

• Josué, por haber cumplido la palabra de Dios, llegó a ser juez en Israel. (I Macabeos 2, 55)

• Trajeron las vestiduras sacerdotales, las primicias y los diezmos, hicieron comparecer a los nazireos que habían cumplido el tiempo de su voto, (I Macabeos 3, 49)

• "Tenía que ofrecer sacrificios de comunión, hoy mismo he cumplido mis votos; (Proverbios 7, 14)

• Deseo cumplido es deleite para el alma, apartarse del mal es una abominación para los necios. (Proverbios 13, 19)

• Una vez cumplido todo tu oficio, ocupa tu puesto para alegrarte a causa de los comensales y verte coronado porque todo está en orden. (Eclesiástico 32, 2)

• Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados. (Isaías 40, 2)