pronađen 214 Rezultati za: ayuda al prójimo

  • se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas: a la joven por no haber pedido auxilio, a pesar de que estaba en la ciudad; y al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes. (Deuteronomio 22, 24)

  • Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras, hasta quedar saciado, pero no guardarás nada en tu bolsa. (Deuteronomio 23, 25)

  • Si pasas por los sembrados maduros de tu prójimo, podrás arrancar espigas con la mano, pero no aplicarás la hoz. (Deuteronomio 23, 26)

  • Si prestas algo a tu prójimo, no entres en su casa a retirar la prenda. (Deuteronomio 24, 10)

  • Maldito sea el que mata ocultamente a su prójimo. Y todo el pueblo responderá: Amén. (Deuteronomio 27, 24)

  • los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten y vengan en su ayuda, que sean para ustedes un refugio. (Deuteronomio 32, 38)

  • De Judá dijo lo siguiente: "Escucha, Señor, la voz de Judá, y reintégralo a su pueblo; él se defenderá con su mano y tú serás una ayuda contra sus adversarios". (Deuteronomio 33, 7)

  • Iesurún, no hay nadie como Dios, que cabalga por los cielos para venir en tu ayuda, y por las nubes, lleno de majestad. (Deuteronomio 33, 26)

  • Sus mujeres, sus niños y sus rebaños se quedarán en el territorio que les dio Moisés, al otro lado del Jordán. Pero ustedes, todos los guerreros, cruzarán equipados con sus armas al frente de sus hermanos, para prestarles ayuda, (Josué 1, 14)

  • Mientras tanto, Horám, rey de Guézer, subió en ayuda de Laquís; pero Josué lo derrotó, a él y a su ejército, hasta no dejar ningún sobreviviente. (Josué 10, 33)

  • Y si el vengador del homicidio lo persigue, no lo pondrán en sus manos, porque mató a su prójimo inadvertidamente, sin haberlo odiado antes. (Josué 20, 5)

  • Pero Jefté les respondió: "Mi pueblo y yo estábamos en un grave conflicto con los amonitas. Yo les pedí ayuda a ustedes, pero no vinieron a salvarme. (Jueces 12, 2)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina