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  • En todas las obras que emprendió por el servicio de la Casa de Dios, por la Ley y los mandamientos, obró buscando a Dios de todo corazón, y tuvo éxito. (II Crónicas 31, 21)

  • El resto de los hechos de Ezequías y sus obras de piedad están escritos en la Visión del profeta Isaías, hijo de Amós, y en el Libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 32, 32)

  • Luego ese dinero se puso en manos de los que dirigían los trabajos, de los encargados de supervisar la Casa del Señor, y ellos lo entregaron a los que ejecutaban las obras que se hacían en la Casa del Señor, para restaurar y reparar el edificio. (II Crónicas 34, 10)

  • Estos hombres realizaban su trabajo a conciencia. Como encargados al frente de ellos estaban los levitas Iájat y Abdías, de los hijos de Merarí, y Zacarías y Mesulám, de los hijos de Quehat, que dirigían las obras. Los levitas, que sabían tocar instrumentos musicales, (II Crónicas 34, 12)

  • Porque me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignación con todas las obras de sus manos, mi furor se derramará sobre este lugar, y no se extinguirá. (II Crónicas 34, 25)

  • El resto de los hechos del rey Josías, sus obras de piedad, acordes con lo que prescribe la Ley del Señor, (II Crónicas 35, 26)

  • Así fueron interrumpidas las obras de la Casa de Dios en Jerusalén, y quedaron suspendidas hasta el segundo año del reinado de Darío, rey de Persia. (Esdras 4, 24)

  • Por todo esto, ¡acuérdate de mí, Dios mío, y no olvides las obras de piedad que realicé por la Casa de mi Dios y por su culto! (Nehemías 13, 14)

  • Ella me respondió: "¡Pero si es un regalo que me han hecho, además del pago!". Yo no le creí e insistía en que lo devolviera a sus dueños, llegando a enojarme con ella por este asunto. Entonces ella me replicó: "¿Para qué te sirvieron tus limosnas y tus obras de justicia? ¡Ahora se ve bien claro!". (Tobías 2, 14)

  • "Tú eres justo, Señor, y todas tus obras son justas. Todos tus caminos son fidelidad y verdad, y eres tú el que juzgas al mundo. (Tobías 3, 2)

  • Entonces, extendiendo los brazos hacia la ventana, Sara oró de este modo: "¡Bendito seas, Dios misericordioso, y bendito sea tu Nombre para siempre! ¡Que todas tus obras te bendigan eternamente! (Tobías 3, 11)

  • Acuérdate del Señor todos los días de tu vida, hijo mío, y no peques deliberadamente ni quebrantes sus mandamientos. Realiza obras de justicia todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la injusticia. (Tobías 4, 5)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina