Santiago, 1
25. Pero el que considera atentamente la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como un oyente olvidadizo, sino como un activo cumplidor, será dichoso en practicarla.
25. Pero el que considera atentamente la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como un oyente olvidadizo, sino como un activo cumplidor, será dichoso en practicarla.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina