10. Desgraciados, en cambio, y con la esperanza puesta en cosas muertas, los que llamaron dioses a obras de manos de hombre: oro y plata trabajados con arte, figuras de animales, o a una piedra inútil, obra de mano antigua.





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina