29. A continuación trabajó Sadoc, hijo de Imer, frente a su casa; a continuación Semayas, hijo de Secanías, guardián de la puerta Oriental.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina