15. Y David eligió la peste. Era el tiempo de la siega del trigo. Y el Señor envió la peste desde la mañana hasta el tiempo establecido; y murieron, desde Dan hasta Berseba, setenta mil hombres del pueblo.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina