5. Y el rey respondió: "Está bien, anda y lleva una carta mía al rey de Israel". Partió Naamán llevando consigo unos trescientos cuarenta kilos de plata, seis mil monedas de oro y diez mudas de vestidos.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina