I Samuel, 2
3. No repitáis tanto palabras altaneras, no pronunciéis palabras arrogantes, porque el Señor es un Dios lleno de saber, un Dios que pesa las acciones.
3. No repitáis tanto palabras altaneras, no pronunciéis palabras arrogantes, porque el Señor es un Dios lleno de saber, un Dios que pesa las acciones.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina