7. En el mes primero, el de nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, se echó delante de Amán pur, es decir, suerte, para determinar el día y el mes, y salió el día trece del duodécimo mes, el de adar.





“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina