17. Amontonarás todo el botín en la plaza pública e incendiarás la ciudad con todo su botín como ofrenda en honor del Señor, tu Dios. Quedará convertida en un montón de ruinas, que nunca se reedificará.





“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina