22. Y ya no se oirán en ti las voces de los citaristas, de los músicos, de los flautistas y de los trompeteros; y no se volverá a encontrar en ti artífice de cualquier arte; ni se oirá más el ruido de la muela;





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina