Sabiduría, 15

La Biblia de Jerusalén

1 Mas tú, Dios nuestro, eres bueno y verdadero, paciente y que con misericordia gobiernas el universo.

2 Aunque pequemos, tuyos somos, porque conocemos tu poder; pero no pecaremos, porque sabemos que somos contados por tuyos.

3 Pues el conocerte a ti es la perfecta justicia y conocer tu poder, la raíz de la inmortalidad.

4 A nosotros no nos extraviaron las creaciones humanas de un arte perverso, ni el inútil trabajo de los pintores, figuras embadurnadas de colores abigarrados,

5 cuya contemplación despierta la pasión en los insensatos que codician la figura sin aliento de una imagen muerta.

6 Apasionados del mal son y dignos de tales esperanzas los que las crean, los que las codician, los que las adoran.

7 Un alfarero trabaja laboriosamente la tierra blanda y modela diversas piezas, todas para nuestro uso; unas van destinadas a usos nobles, otras al contrario, pero todas las modela de igual manera y de la misma arcilla. Sobre el servicio diverso que unas y otras han de prestar, es el alfarero quien decide.

8 Pero luego - ¡mala pena que se toma! - de la misma arcilla modela una vana divinidad. Y la modela él, que poco ha nació de la tierra y que pronto habrá de volver a la tierra de donde fue sacado, cuando le reclamen la devolución de su alma.

9 Pero no se preocupa de que va a morir, de que es efímera su vida; antes rivaliza con orfebres y plateros, imita las obras del broncista y se ufana de modelar falsificaciones.

10 Escoria es su corazón, más vil que la tierra su esperanza, más abyecta que la arcilla su vida,

11 porque desconoció al que le modeló a él, al que le inspiró un alma activa y le infundió un espíritu vivificante.

12 Piensa que la existencia es un juego de niños y la vida, un lucrativo mercado: «Es preciso ganar, dice, por todos los medios, aun malos.»

13 Este hombre más que nadie sabe que peca, como quien de una misma masa de tierra fabrica frágiles piezas y estatuas de ídolos.

14 Insensatos todos en sumo grado y más infelices que el alma de un niño, los enemigos de tu pueblo que un día le oprimieron;

15 como que tuvieron por dioses a todos los ídolos de los gentiles, que no pueden valerse de los ojos para ver, ni de la nariz para respirar, ni de los oídos para oír, ni de los dedos de las manos para tocar, y sus pies son torpes para andar.

16 Al fin, un hombre los hizo, uno que recibió en préstamo el espíritu los modeló; y no hay hombre que modele un dios igual a sí mismo;

17 mortal como es, un ser muerto produce con sus manos impías. Vale ciertamente más que las cosas que adora: él, un tiempo al menos, goza de vida, ellos jamás.

18 Adoran, además, a los bichos más repugnantes que en estupidez superan a todos los demás;

19 ni siquiera poseen la belleza de los animales que, a su modo, cautiva al contemplarlos; están excluidos de la aprobación de Dios y de su bendición.




Versículos relacionados com Sabiduría, 15:

El Capítulo 15 del Libro de la Sabiduría describe la vanidad de los ídolos y la superioridad del Dios verdadero y vivo. El mensaje central es que los ídolos son criaturas sin vida que no tienen el poder de actuar, pensar o responder a sus fieles. En contraste, el Dios vivo es el creador de todas las cosas y es digno de adoración y alabanza. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Isaías 44:10: "¡Qué tonto es el que hace un dios, un ídolo por su propio daño!" Este versículo destaca la tontería de adorar a los ídolos, que son hechos por manos humanas y no pueden salvar o ayudar a sus fieles.

Salmo 115:4-8: "Sus ídolos son plata y oro, trabajan desde las manos de los hombres. Tienen boca, pero no hablan; ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no escuchan; nariz, nariz, Pero no huelan; pero no sienten; tienen pies, pero no caminan; no sale el sonido de su garganta ". Este salmo describe la inutilidad de los ídolos y su incapacidad para actuar, pensar o hablar.

Isaías 40:18-19: "¿A quién compararás con Dios y qué semejanza serás delante de él? Estos versículos destacan la superioridad de Dios en relación con los ídolos y afirman que no hay nadie ni nada que pueda compararse con él.

Jeremías 10:5: "Como estos ídolos son una vara de caña, el trabajo de un artificador, no pueden hablar; deben ser tomados, porque no pueden caminar. No les tengas miedo, porque no pueden hacer el mal o hacer el bien. " Este versículo establece que los ídolos son inútiles y sin poder, y que no hay razón para temerlos.

Isaías 45:20: "Congregar, ven, ven, se unen, aquellos que escapan a las naciones, no saben nada que conduzca sus imágenes de escultura, hechas de madera y reza a un Dios que no puede salvar". Este versículo destaca la tontería de adorar a los ídolos y afirma que aquellos que los adoran no tienen conocimiento de Dios.


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