13. Han decidido, igualmente, consumir las primicias del trigo y el diezmo del vino y del aceite que habían reservado, porque están consagrados a los sacerdotes que están en la presencia de nuestro Dios, en Jerusalén, y que ningún laico puede ni tan siquiera tocar con la mano.





“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina