II Samuel, 22
45. Los hijos de extranjeros me adulan, son todo oídos, me obedecen.
45. Los hijos de extranjeros me adulan, son todo oídos, me obedecen.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina