26. Allí están Mesek, Túbal y toda su multitud con sus sepulcros en torno a él, todos incircuncisos, atravesados por la espada, por haber sembrado el pánico en la tierra de los vivos.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina