13. el ruido que hacían las alas de los seres al batir una contra otra, y el ruido de las ruedas junto a ellos, ruido de gran trepidación.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina