Deuteronomio, 3
22. No les temáis, porque el mismo Yahveh vuestro Dios combate por vosotros.»
22. No les temáis, porque el mismo Yahveh vuestro Dios combate por vosotros.»
Deuteronomio 3 informa la conquista de los israelitas sobre el rey Oogue y sus ejércitos, y la división de la tierra entre las tribus de Rúben, Gad y la mitad de la tribu de Manasés. Los versos elegidos son:
Joshua 12:4-5: "Y tomaron la tierra de Oogue, el rey de Bashan, quien era el último de los estatutos, cuya cama era hierro, y estaba en Rabba de los hijos de Ammon, y tenía nueve codos de longitud y Cuatro de ancho, según el codo de un hombre ". Este versículo menciona al Rey Ogue, la ciudad de Rabá, y la descripción de la cama del ogue, que se menciona en Deuteronomio 3:11.
Deuteronomio 2:33: "Y comenzamos a tomarlos de Aroer, que es por el Ribeiro de Arnom, y de la ciudad que está por el Ribeiro, a Gilead, y ninguna ciudad era demasiado alta para nosotros; todo el Dios nuestro Dios no los entregó ". Este versículo se refiere a la conquista de ciudades y tierras por las tribus de Israel, un tema central en Deuteronomio 3.
Números 32:33: "Así, Moisés dio a los hijos de Gade, y a los hijos de Ruben, y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Siom, rey de los amoritas y el reino de Ogue, rey de Bashan, la tierra con sus ciudades, en sus límites alrededor ". Este versículo describe la división de tierras conquistadas entre las tribus de Ruben, Gad y la mitad de la tribu de Manasés, que es un tema importante en Deuteronomio 3.
Deuteronomio 3:18: "Y te he dado orden en ese momento, diciendo: El Señor, tu Dios te ha dado esta tierra por herencia; armado, pasarás ante tus hermanos, los hijos de Israel, todos los hombres valientes". Este versículo habla sobre la herencia de la tierra que Dios ha dado a las tribus de Israel y la responsabilidad de proteger y defender esta herencia.
Joshua 13:14: "Pero para los hijos de Levi no dio herencia; los sacrificios del Señor Dios de Israel son su herencia, como les había dicho". Este versículo menciona a la tribu de Levi, que no recibió tierras como herencia, sino que se asigna responsable de los servicios y sacrificios religiosos. Este tema es importante en Deuteronomio 3, que habla sobre la división de tierras conquistadas entre las tribus de Israel.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina
