Bible Catholique
 

Cantar, 3

5. Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, por las gacelas, por las ciervas del campo, no despertéis, no desveléis al amor, hasta que le plazca.

Versets liés à Cantar, 3:

Songs 3 es un capítulo en el que la novia está buscando al novio. Ella busca incansablemente por las calles y cuadrados de la ciudad, pero no lo encuentra. Finalmente, lo encuentra y lo lleva a su casa, donde pasan la noche juntos. Los versos elegidos son:

Proverbios 8:17: "Amo a los que me aman; los que me buscan me encuentran". La búsqueda de la novia del novio en las canciones 3 es un reflejo del deseo del corazón humano por Dios. Los que buscan a Dios con todos sus corazones ciertamente lo encontrarán.

Jeremías 29:13: "Me buscarás y me encontrarás cuando me busques con todo tu corazón". Dios promete estar presente para aquellos que lo buscan, y la búsqueda de la novia del novio en las canciones 3 es una imagen poderosa de esta búsqueda.

Mateo 7:7: "Pregunte, y se les dará a ellos; busca y lo encontrará; Beat, y la puerta los abrirá". Jesús promete que aquellos que buscan encontrar. La búsqueda de la novia para el novio en las canciones 3 es una imagen de este tipo de búsqueda.

Salmo 42:1-2: "Como el ciervo anhela las aguas actuales, mi alma anhela para ti, oh Dios. Mi alma es sed de Dios, del Dios vivo". La búsqueda de la novia del novio en las canciones 3 es una imagen del anhelo del corazón humano por Dios.

Proverbios 18:22: "Quien encuentre una esposa encuentra algo excelente; recibió una bendición del Señor". La relación entre la novia y el novio en las canciones 3 es un reflejo del amor y la intimidad que Dios quiere tener con su pueblo. Los bendice con la alegría y la felicidad que vienen con una relación íntima y amorosa.





“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina