7. Después le dijo: "¡Bendito seas, hijo mío! Tienes un padre excelente. Es una gran desgracia que un hombre tan justo y generoso se haya quedado ciego". Y echándose al cuello de su hermano Tobías, se puso a llorar.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina