Bible Catholique
 

Proverbios, 19

19. El hombre irascible se expone a las multas, si tratas de ayudarlo, empeoras las cosas.

Versets liés à Proverbios, 19:

Proverbios 19 aborda varios temas relacionados con la sabiduría, la justicia, la riqueza y las relaciones. El capítulo destaca la importancia de actuar con la prudencia y la sabiduría en nuestras acciones, siendo justos y honestos en nuestras relaciones, valorando la sabiduría más que las riquezas materiales y mantener un corazón puro ante Dios.

Proverbios 16:3: "Confía en el Señor tus obras, y tus pensamientos se establecerán". Este versículo destaca la importancia de confiar en Dios en todas las áreas de nuestras vidas y buscar orientación divina en nuestras decisiones.

Proverbios 22:1: "Más digno de ser elegido es el buen nombre que las muchas riquezas; y la buena fama vale más que plata y oro". Este versículo enfatiza que el valor de una buena reputación es más importante que la acumulación de riqueza material.

Proverbios 17:27: "Lo que mantiene tu boca mantiene tu alma, pero lo que abre mucho tus labios para ti mismo se ruina". Este versículo destaca la importancia de mantener nuestras palabras y prudencia de actuación en nuestras conversaciones e interacciones con los demás.

Proverbios 19:11: "La prudencia del hombre conserva su ira, y es gloria pasar sobre la transgresión". Este versículo destaca la importancia de la prudencia y la sabiduría de actuación en nuestras emociones y relaciones, y aprender a perdonar y dejar de lado los delitos.

Proverbios 19:20: "Escuche el consejo y reciba la corrección, que al final sea sabio". Este versículo enfatiza la importancia de escuchar consejos y correcciones, y aprender de nuestros errores para crecer en sabiduría y madurez.





“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina