6. Josué desgarró sus vestiduras y se postró hasta la tarde delante del Arca del Señor, con el rostro en tierra. Los ancianos de Israel hicieron lo mismo, y todos esparcieron polvo sobre sus cabezas.





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina