Jeremías, 52
34. Su mantenimiento fue asegurado por el rey de Babilonia con una asignación regular para cada día, hasta el día de su muerte, durante toda su vida.
34. Su mantenimiento fue asegurado por el rey de Babilonia con una asignación regular para cada día, hasta el día de su muerte, durante toda su vida.
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina