27. ¡Levanten un estandarte en el país, toquen la trompeta entre las naciones! Convoquen a las naciones para la guerra santa, recluten a los reinos contra ella: a Ararat, Miní y Asquenaz. Designen oficiales para el reclutamiento, hagan avanzar los caballos como langostas erizadas.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina