23. Pero el Señor se apiadó de los israelitas y les tuvo compasión; se volvió hacia ellos a causa de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos: hasta entonces, él no los había arrojado lejos de su presencia.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina