6. y le comunicó que el tesoro de Jerusalén estaba repleto de incontables riquezas, tanto que la cantidad de dinero era incalculable y muy superior al presupuesto de los sacrificios, y nada impedía que fuera puesto a disposición del rey.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina