45. Además, él tenía presente la magnífica recompensa que está reservada a los que mueren piadosamente, y este es un pensamiento santo y piadoso. Por eso, mandó ofrecer el sacrificio de expiación por los muertos, para que fueran librados de sus pecados.





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina