II Crónicas, 24
10. Todos los jefes y el pueblo se alegraron, y traían sus ofrendas y las echaban en el cofre hasta que se llenaba.
10. Todos los jefes y el pueblo se alegraron, y traían sus ofrendas y las echaban en el cofre hasta que se llenaba.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina